La brida es el principal elemento de unión empleado en las tuberías para conectarlas entre sí o con los distintos componentes que se insertan en ellas y que conforman la conducción.

Suelen ser elementos de planta circular, con orificios cuya distribución radial permite un apriete uniforme mediante tornillos. La principal ventaja que ofrecen es que permiten la sustitución de elementos con medios no destructivos, esto es; sin tener que romper ni cortar nada.

La mayor parte de los accesorios (válvulas, filtros, ventosas, etc...), y sobre todo a partir de ciertos diámetros, llevan incluido en su estructura este tipo de unión para su instalación. Otros, como las válvulas de mariposa o de guillotina, se colocan entre dos bridas.

Hay distintos tipos, que se agrupan de acuerdo a cómo se colocan en la tubería (para soldar, roscadas, para portabridas, de Doble Cámara, etc.)

Otro factor a tener en cuenta, sobre todo si se va a fijar permanentemente la brida en una tubería (p.e. mediante soldadura), es la orientación de los taladros así, la forma correcta para que el accesorio que vaya a colocarse quede derecho es manteniendo en la parte superior dos de los taladros alineados en un mismo eje horizontal.

Además del diámetro, y la forma como irá colocada, el otro  parámetro a tener en cuenta es la presión nominal (PN) de la instalación ya que, salvo en alguna excepción, para un mismo diámetro tanto el nº de taladros como el diámetro y su posición difiere de una presión a otra.